Adelgazar y no recuperar el peso perdido es difícil pero no imposible. De hecho, el temido ‘efecto rebote’ solo es la consecuencia de haber elegido uno de los tantos e ineficaces métodos que aún permanecen inalterables en el saber popular pero que, sin embargo, han desembocado en una oleada de sobrepeso. Los resultados no dejan lugar a dudas: algo estamos haciendo mal. Por eso, los dietistas-nutricionistas más actualizados, junto a los profesionales de la actividad física, han tratado de dar la vuelta a todos estos mitos cambiando la manera de percibir este proceso. “No es una dieta, es un estilo de vida”, defienden con tenacidad.
Ponerse a dieta es empezar con el pie izquierdo. Y es que los cimientos de un peso saludable se encuentran en el hábito de comer bien. Es decir, en una alimentación cuidada y estable. Sin fecha de caducidad. Una norma que cierra la puerta a gran parte de la oferta dietética que circula por las redes. El segundo error es, como advierte la autora del libro ‘Adelgaza para siempre’, Ángela Quintas, sobrevalorar la importancia de las calorías: “No es lo mismo alimentarnos que nutrirnos y no, no hay que comer de todo, porque no todo nos proporciona los macro y micronutrientes que nuestro cuerpo necesita”.
La celulitis es, por ejemplo, otro síntoma de un mal reparto de los macronutrientes. “Una dieta basada casi únicamente en hidratos de carbono, sin las cantidades necesarias de grasas y proteínas, dará lugar a la odiosa piel de naranja. Una chica joven que desayune un zumo, meriende una manzana, y coma y cene ensalada, aunque en principio puedan parecer opciones saludables, acabará teniendo este problema”, añade.
De la misma manera, no se puede pretender alcanzar el peso ideal en función de lo que dictamine una tabla genérica. “Cada persona tiene un rango de peso saludable que no se puede calcular a través de tablas”, reconoce Quintas. Es más, de hacerlo así, dejaríamos al margen factores que se encuentran directamente relacionados con los números que aparecen en la báscula, como los porcentajes de grasa y masa muscular, encargados de la composición corporal. Según predomine el primero o el segundo, aun con el mismo peso, la talla y la forma del cuerpo variarán sustancialmente. Es decir, dos personas pueden pesar lo mismo y utilizar distintas tallas de ropa.
Pero la clave para adelgazar para siempre, como defiende el nutricionista deportivo Sergio Espinar, es la adherencia. “Si la persona no está convencida de los cambios en su estilo de vida no los respetará. Es la alimentación la que debe adaptarse a la persona y no al contrario”, destaca.
Una vez puesto en marcha este paso, el siguiente es fácil: combinar la comida de calidad con un entrenamiento de fuerza que proteja la masa muscular. De esta manera serán los músculos los encargados de quemar calorías y, por tanto, de mantener el peso a raya. Eso sí, como recuerda el experto, una dieta demasiado restrictiva puede poner en riesgo nuestra musculatura, por lo que habrá que investigar cuáles son nuestros requerimientos básicos antes de empezar a contar calorías.
Fuente: http://www.elmundo.es/yodona/fitness/2017/03/14/58c800eae2704e02438b4627.html