Otro falso mito que nos gustaría erradicar: Si como menos, ¿adelgazaré más?

Cierto es que para que haya una pérdida de peso las calorías que ingerimos deben ser inferiores a las que gastamos, es decir debe haber un balance energético negativo. Sin embargo, eso no significa que tengamos que hacer dietas muy restrictivas como las de 800-900 kcal o hacer ayunos muy largos.

Si dentro de nuestra dieta introducimos alimentos que sean saciantes, nuestro apetito se reducirá y, al final, el aporte calórico de las comidas será menor.

Por ejemplo, pensad en una bolsa de patatas fritas, ¿a qué muchas personas podrían comérsela entera? Sin embargo, ¿cuántas serían capaces de comerse 3 lubinas quitando todas sus espinas? El tiempo que dedicamos a comer, así como el trabajo que tenemos que hacer a la hora de limpiar una pieza como unos muslos de pollo o un pescado, también influye directamente en la saciedad.